El gorila que lloró por Robin Williams
La historia de Koko, el gorila que lloró por Robin Williams (Fotos)
En 2001 se hicieron amigos. Fue cuando Robin Williams visitó la Fundación Gorila en California, dedicada al cuidado de este tipo de animales en peligro de extinción y conoció a Koko, el símbolo de la institución. La ONG tiene como objetivo la comunicación con los simios mediante el lenguaje de señas, experiencia a la que fue invitado el genial actor hace 13 años.
Los responsables de la Fundación Gorila contaron
mediante un comunicado cómo se enteraron y cómo fue la reacción de Koko
al informarle de la trágica noticia que sacudía no sólo a su ONG, sino a
todo el mundo artístico,
“Koko y los doctores Penny Patterson y Ron Cohn estaban juntos cuando el teléfono sonó“. Del otro lado de la línea, una voz comunicaría la “triste noticia“. “Al principio, Koko se acercó a la doctora Patterson inquisidoramente“. Fue allí cuando la profesional que dedica su vida al cuidado del gorila le comunicó: “Hemos perdido a nuestro querido amigo Robin Williams“.
“Koko y los doctores Penny Patterson y Ron Cohn estaban juntos cuando el teléfono sonó“. Del otro lado de la línea, una voz comunicaría la “triste noticia“. “Al principio, Koko se acercó a la doctora Patterson inquisidoramente“. Fue allí cuando la profesional que dedica su vida al cuidado del gorila le comunicó: “Hemos perdido a nuestro querido amigo Robin Williams“.
“Koko
quedó quieto y muy pensativo“, según un comunicado emitido por la
fundación. Luego de un rato, Koko se dirigió a su cuidadora y le realizó
las siguientes señas: “LLORA MUJER“. El cuadro era conmovedor, al
tiempo que el gorila se mostraba cada vez más “sombrío“.
De acuerdo con la fundación, Koko puede comunicarse mediante el lenguaje de señas y entiende dos mil palabras. Durante su encuentro en 2001, Williams y Koko confluyeron en un “ejemplo supremo de cómo los humanos y los gorilas pueden superar la frontera entre las especies y expresar una forma suprema de empatía“.
De acuerdo con la fundación, Koko puede comunicarse mediante el lenguaje de señas y entiende dos mil palabras. Durante su encuentro en 2001, Williams y Koko confluyeron en un “ejemplo supremo de cómo los humanos y los gorilas pueden superar la frontera entre las especies y expresar una forma suprema de empatía“.
“La habilidad de Robin para ‘conversar’ con Koko, un gorila, y en minutos ser uno de sus más cercanos amigos, fue extraordinario e inolvidable para Koko“, manifestó la fundación en un comunicado. Patterson, por su parte, confirmó que el gorila “lloró” al conocer la noticia y señaló que cuando se conocieron, ambos “conectaron de inmediato” y que incluso el genial actor había hecho “reír” a Koko.
Fuente: Infobae
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